Construcción sostenible en Barranquilla y Colombia
Debido a su estrecha relación con el bienestar y la calidad de vida del país donde se desarrolla; la construcción de edificaciones emerge como uno de los pilares económicos más importantes para cualquier sociedad. En este contexto, su operatividad ha evolucionado junto a la mentalidad de salvaguardar el entorno donde se ejerce, implementando estrategias de reducción en el consumo de energía, tratamiento de aguas y procesamiento de materiales reciclables.
En las últimas décadas, las ciudades han cobrado un gran protagonismo en nuestra vida diaria. Para el 2023, más de la mitad de la población mundial vivía en ciudades. Sin embargo, este rápido crecimiento urbano está causando problemas para el medio ambiente. Por eso, es crucial hablar sobre la construcción sostenible, apoyada por acuerdos internacionales y políticas nacionales y locales que promuevan un enfoque más respetuoso con nuestro entorno.
Visión internacional aterrizada a lo nacional
Hasta el momento, la economía mundial ha seguido un patrón lineal en el que se extraen recursos naturales para fabricar productos que, tras su uso, son descartados. Este enfoque plantea problemas al asumir que tanto los recursos naturales como la capacidad de absorción de residuos del planeta son ilimitados. En este sentido, la contribución de contaminación a nivel global por parte del sector de la construcción es de un 40%, la cual está relacionada directa o indirectamente con las diversas actividades llevadas a cabo a lo largo del ciclo de vida de las edificaciones u obras que realice.
Figura 1. Modelo lineal económico a nivel mundial
Es así como, el sector consume aproximadamente el 40% de la energía mundial, extrae hasta un 30% de las materias primas del entorno, genera alrededor del 25% de los residuos sólidos, utiliza hasta un 25% del agua disponible y ocupa aproximadamente el 12% de la superficie terrestre. En consecuencia, el objetivo global se traduce en la reducción de estos impactos sin restar importancia al impacto de esta actividad económica a la dignificación de los hogares.
Así las cosas, uno de los principales acuerdos internacionales son los Objetivos de Desarrollo Sostenible ODS, que hacen parte de la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030 de la ONU, en donde el objetivo número 11 “Ciudades y Comunidades Sostenibles” sostiene como meta la unión de esfuerzos gubernamentales para la construcción de edificios sostenibles y resilientes.
Adaptándose a las tendencias globales, Colombia implementó la Resolución 0549 de 2015, que estableció porcentajes mínimos para el ahorro de agua y energía en edificaciones, además de proporcionar una guía para la construcción sostenible. Esta regulación se diseñó considerando diversas prácticas constructivas y la capacidad de cambio del sector, con el objetivo de ofrecer incentivos financieros para promover la implementación de prácticas sostenibles en el país.
De esta manera, a nivel nacional se formuló el Plan de Desarrollo Nacional 2018-2022, contemplando programas y retos sujetos a los objetivos de desarrollo sostenible pertinentes, en donde, para el sector vivienda el plan ejecutó el subsidio a la tasa de interés “E-cobertura”, cuyo fin era el de disminuir la cuota mensual de los créditos hipotecarios a vivienda que cumplieran con indicadores de sostenibilidad, catapultando las cifras de venta de vivienda de ese segmento en las principales ciudades del país.
Visión local
De esta manera, el país espera reducir el déficit de vivienda en un 2.7% para el año 2030 teniendo en cuenta distintas estrategias y factores relevantes dentro de la construcción sostenible, como:
- Regulaciones gubernamentales directas
- Materiales de construcción sostenible
- Eficiencia energética
- Gestión de agua
- Diseño bioclimático.
Como ejemplo de lo anterior, el Ministerio de Ambiente creó beneficios tributarios para las construcciones sostenibles; incluyendo la exención del Impuesto al Valor Agregado (IVA) para edificaciones certificadas por organismos reconocidos a nivel nacional o internacional, como Edge, Leed o Casa Colombia, durante su fase de diseño.
Ilustración 1. Lanzamientos de vivienda nueva en Colombia (2020 - 2024 pr)
Fuente: Camacol, corte febrero 2024
Ahora bien, la gráfica anterior permite entrever el comportamiento de lanzamientos a nivel nacional, en donde, aproximadamente el 15 % de los proyectos de vivienda lanzadas en el país reflejen una inversión segura y sostenible; esto, representa en promedio 60 proyectos anuales con alguna certificación de sostenibilidad, es decir, cerca de 30 mil unidades habitacionales comprenden algún aspecto o zona común eco amigable e innovadora.
Este aumento en lanzamientos de unidades habitacionales sostenibles ha sido consecuencia de los esfuerzos nacionales y locales en adoptar, propiciar y ejecutar gradualmente un entorno amigable con el medio ambiente. En este contexto, la optimización de recursos se ha convertido en uno de los estándares más indispensables y demandados por el mercado.
Así las cosas, para el año 2021, Colombia logró certificar más de 5.4 millones de metros cuadrados en sostenibilidad, lo que equivale a la construcción de más de 62 mil viviendas con estándares amigables al medio ambiente. A continuación, a través de la tabla departamental de certificaciones sostenibles se puede observar cuantos proyectos o edificaciones han adoptado dentro de su formulación indicadores de sostenibilidad.
Tabla 1. Número de certificaciones ambientales por departamentos.
Fuente: Elemental, corte diciembre 2023
En el Atlántico, a la fecha existen 71 proyectos que han aplicado criterios de sostenibilidad desde su formulación, representando el 5,08% del total de certificaciones implementadas en el país. De esta manera, poco a poco estos estándares de sostenibilidad han migrado del segmento más exclusivo del mercado inmobiliario a sectores más asequibles para toda la comunidad.
Consecuentemente, para el 2024 permanece la consciencia de elevar las metas de sostenibilidad en las edificaciones del país. Ejemplo de ello, es Barranquilla, donde la Alcaldía lanza el subsidio local “Mi techo propio” el cual otorga hasta 25 SMMLV a las personas que aspiran a tener cumplir su sueño de vivienda. Así las cosas; para aspirar a dicho beneficio, el proyecto inmobiliario debe tener dentro de sus términos de la ejecución de estrategias sostenibles, logrando no solo las estrategias implementadas en el orden internacional, sino una propia, la de convertirse en la primera biodiverciudad del país.
Por si fuera poco, la Gobernación del Atlántico se suma a esta iniciativa con su programa “Mi Casa Bacana”, aportando 13 SMMLV a la financiación de la vivienda nueva en el departamento; y, procurando por exigir los mismos estándares de sostenibilidad a los proyectos participantes. Sin lugar a dudas, será un gran avance para el territorio, siendo punto de referencia a nivel nacional.
Casos de éxito
En este sentido hay que destacar casos de éxito ejemplares como el edificio Bancolombia, acreditado con la categoría Leed Oro. Su construcción se basó en un principio ecológico y buscan la disminución de la huella ecológica. Ubicado en la Ciudad de Medellín con un costo cercano a $360.000 millones, esta nueva sede bancaria, está compuesta por dos edificios de 12 pisos y un área construida de 125.000 m2, que puede albergar hasta 4.200 personas. De las 3.5 hectáreas del predio, se cedieron a la ciudad un poco más de 2.2 hectáreas, las cuales se destinaron para vías y parques.
A su vez, Barranquilla y el Atlántico se destacan proyectos urbanísticos únicos con sentido sostenible y eco amigable, siendo el ejemplo más reciente, Ecoparque Ciénaga de Mallorquín, el cual además de convertirse en un punto turístico único, recuperó gran parte de la ciénaga, con respecto a la fauna y flora que lo circunde y siguen planes para la limpieza del cuerpo de agua y generación de conciencia ambiental. De esta manera, trazó la hoja de ruta de futuros proyectos encaminados a alcanzar el logro de biodiverciudad.
Por último, se debe destacar la existencia de la innovación en la construcción, implementando materiales únicos como: bioplástico con cáscaras de huevo, suelos a partir de neumático y plástico reciclado, paneles fabricados con cultivo de trigo, revestimiento a bases de escamas de pescado, paneles solares de frutas y verduras o cáñamo para hacer ladrillos; materiales diferenciales que permiten una mayor evolución en la construcción de proyectos sostenibles.
Conclusiones
En este blog, se ha explorado la importancia de la construcción sostenible tanto a nivel global como local. Desde el impacto ambiental hasta las oportunidades económicas y sociales, queda claro que la construcción sostenible no solo es una necesidad urgente, sino también una oportunidad para transformar nuestras ciudades y comunidades en lugares más habitables y resilientes. Con un enfoque en la visión internacional y nacional, así como en casos de éxito locales, esperamos haber proporcionado una visión integral de la construcción sostenible y su potencial para el futuro de Barranquilla y Colombia en su conjunto.